Pedro Romero trabaja con y desde la ignorancia técnica como medio artístico, liberador de la capacidad creativa intrínseca del individuo. Su proyecto pretende derribar la barrera impuesta desde el ámbito académico entre teoría y práctica, conocimiento y elaboración, rebelándose contra la figura del historiador del arte limitado a la esfera de la crítica y la contemplación de este.
Así, trabaja desde la reflexión orientada siempre hacia un objeto tangible, hacia una materialización de su vivencia y visión del mundo. La variedad de sus propuestas refleja su voluntad de originar una producción no normativa, ignorante de las normas de la correcta ejecución técnica de un proyecto artístico, y libre por tanto de sus limitaciones conceptuales. Sus obras tienden a enfocarse en la violencia sociopsicológica, su materialización en el campo del arte, los procesos neocapitalistas de aspiración e inseguridad social, y la reconfiguración del ámbito creativo como entidad unitaria a través de la relectura e integración de otras disciplinas y artistas, buscando los nexos de unión e ideas esenciales de la producción cultural humana.
La vulneración ignorante de las normas básicas de creación puede ser un medio clave para recuperar una sinceridad del discurso artístico que permita su reunión con la realidad del individuo; Pedro Romero no tiene nada que ofrecer, salvo todo cuanto contiene en sí mismo.